Reparación de Techos

Nada más importante para el hogar, que tener un buen techo. Los techos requieren nuestra atención cada año ya que se encuentran a merced del clima. En el siguiente post, detallamos los problemas más usuales y sus soluciones para que tu techo esté siempre como nuevo.

Goteras:
Cuando hay goteras en un techo con pendiente, ya sea de tejas, pizarra o chapas acanaladas, hay dos posibilidades. La primera, que esté mal construido; la segunda, que alguna de sus partes estén deterioradas.
Si el techo fue mal construido, uno de los errores más comunes es, por ejemplo, que su pendiente sea insuficiente. Si es de tejas o pizarras, hay que rehacerlo íntegramente. Si es de chapas acanaladas, trapezoidales o de libre dilatación, se pueden sellar las uniones con sellador de poliuretano o de siliconas, cuidando que el cordón de sellado se ubique entre las chapas en su unión y no en el filo. Es de destacar que todos estos trabajos para que sean correctos deben ser realizados por profesionales en el tema.

Canaletas defectuosas:
Otra causa posible son las deficiencias en las canaletas de desagües. Si es por fallas en las soldaduras, se deben fijar con remaches las uniones entre chapas de canaletas, soldarlas y finalmente sellarlas con un cordón de sellador de poliuretano. No hay que olvidar el burlete de sellado entre la canaleta y el componente externo de la cubierta.
Puede suceder que la sección de la canaleta sea insuficiente para colectar el agua de lluvia. En este caso, se la puede rehacer con una sección mayor o prolongar los laterales de la canaleta para que retenga más agua hasta el desagüe de los embudos.
Es preciso tener en cuenta que, debido al aumento de los caudales de lluvias,  las secciones de las canaletas se calculan actualmente con el doble de caudal por minuto que lo que indican las tablas existentes. Por último, pueden existir problemas menores: el de los embudos de descarga obturados, que se resuelve desobstruyéndolo y colocando una rejilla parabólica. Es de vital importancia chequear el estado general del techo dos veces al año (se recomienda una inspección al comenzar la primavera y otra al finalizar el verano). 

Piezas rotas y sueltas:
En cuanto a los deterioros, pueden producirse en tejas y en pizarras, ya sea por roturas y desplazamientos que producen discontinuidades, por defectos de colocación o la acción del viento. En todos los casos la reparación consiste en el cambio de la pieza o el reposicionamiento del conjunto.

Filtraciones:
Cuando un techo de chapa presenta filtraciones puntuales debidas a la corrosión perforante se debe reparar la corrosión con recubrimientos anticorrosivos y la perforación, con masillas epoxídicas o de poliéster. Esto se complementa con la aplicación de un sistema anticorrosivo y de protección para toda la cubierta.
Si las chapas filtran por los tornillos o bulones de fijación (suele ocurrir si están mal puestas las arandelas de estanqueidad), es preciso sellar la unión, previa limpieza con sellador de poliuretano o de siliconas.
Ahora bien, en el caso de un techo de chapa que presente filtraciones generalizadoras, el trabajo ideal de reparación es cambiar la totalidad de las chapas deterioradas.

Agua y Frío:
A veces las filtraciones en techos de chapa se acompañan de fallas en la aislación térmica. En este caso se puede aplicar sobre la capa exterior una espuma rígida de poliuretano en spray, en 2 a 3 centímetros de espesor y en dos capas de entre 50 y 60 kg/m3 de densidad.
Encima, como protección contra la radiación solar, se debe recubrir con pintura acrílica formulada para este uso, en un espesor mínimo de medio milímetro, colocada en no menos de cinco manos.