jueves, 23 de febrero de 2012

El termotanque solar: Sus características y funcionamiento

Los termotanques o calefones tradicionales (eléctricos o a gas) representan una parte importante de nuestras facturas de servicios. Adicionalmente no son ecológicos, los de gas usan un recurso no renovable y emanan gases tóxicos a la atmósfera.

Los termotanques solares realizan las mismas funciones que un termotanque tradicional pero usando una fuente de energía mucho más limpia y de carácter gratuito. La energía solar.

Muchos se estarán preguntando cuánto costaría la inversión inicial del termotanque. Obviamente dependerá siempre de su tamaño; en Argentina por el momento cuestan de u$s400 a u$s1.500. Para una familia de 4 personas, que usa en promedio un termotanque de 200 lts, la inversión sería de unos u$s760, o aproximadamente $3.400.

Si tomamos en cuenta que un termotanque tradicional para esta misma familia consumirá unos 550m3 de gas al año, una vez retirados los subsidios representará un gasto de unos u$s250 anuales. Es decir que el costo del termotanque solar se amortiza en unos tres años.

Los termotanques solares tienen una mecánica mucho más sencilla que los de gas o eléctricos, por lo que su vida útil ronda los 20 años, sin hacer muchas cuentas podemos ver que es un gran ahorro instalar uno en casa.

Estos termotanques calientan el agua inclusive en días semi-nublados, y se pueden conectar en serie con el termotanque tradicional, para que si hay una seguidilla de varios días sin sol, se encienda solo en estos momentos. Usándolo de esta forma, se puede conseguir ahorros hasta del 90%. Adicionalmente, hay algunos modelos un poco más caros, que incluyen un sistema de resistencias eléctricas para calentar el agua si no hay sol, eliminando por completo la dependencia del gas natural.

Otra ventaja es que se eliminan riesgos en casa, ya que estos equipos no originan ruidos, escapes de gas ni olores y a diferencia de muchos otros artefactos, son ecológicos, implicando un impacto beneficioso para el medio ambiente.

El termotanque solar cuenta con la particularidad de soportar cualquier tipo de agua y, por muy calcárea que sea podrá trabajar con ella sin inconveniente alguno, a su vez, se encuentra protegido para afrontar las condiciones climáticas extremas tales como heladas, granizos y tormentas. El mantenimiento es nulo y dada su sencilla tecnología está exento de sufrir anomalías en su funcionamiento; con la instalación de un termotanque solar revalorizamos significativamente la vivienda, si optamos por vender el inmueble le estaremos brindando a quien lo compre agua caliente sanitaria gratuita durante muchos años.

La instalación del sistema es muy sencilla, y el 70% de las personas lo instalan por sus propios medios, en aproximadamente unas 3 horas.

El funcionamiento de un termotanque solar es bastante sencillo; básicamente cuenta con una caja muy bien aislada y un cristal en la parte frontal, que en su interior posee una serpentina donde circula el agua empujada por la gravedad o, en su defecto, una bomba. El agua puede lograr temperaturas de 90º C, que se envía a un depósito muy bien aislado. El termotanque basa su operación en tres principios físicos: propiedad del color negro para atraer el calor, el efecto invernadero que se crea en su caja y la tendencia que los fluidos calientes tienen de colocarse sobre los más fríos. El temotanque tiene tres partes: colector solar plano que captura la energía del sol y la transfiere al agua, el termotanque donde se almacena el agua caliente y el sistema de tuberías por donde circula el agua.

Ahora, ¿que estás esperando para ahorrar?

viernes, 3 de febrero de 2012

Iluminación con lámparas LED ¿El futuro?

Hoy en día, cuando en nuestro living podemos tener un televisor de 40 pulgadas con tecnología que permite que consuma menos que un foco tradicional, seguimos iluminando nuestras casas con un invento desarrollado hace 133 años, sumamente ineficiente y anticuado.

Actualmente hay dos tecnologías “nuevas” disponibles, las lámparas fluorescentes compactas, comúnmente llamadas de bajo consumo, y las lámparas LED. A pesar de que con ambas se logra un ahorro significativo en el consumo, las lámparas LED son aún más eficientes, no contienen elementos contaminantes (mercurio) y tienen una vida útil prácticamente ilimitada (al menos 50.000 horas) En Argentina se pueden conseguir lámparas LED a precios de alrededor de 9 USD.

Consumen casi 8 veces menos:
Tienen una efectividad tal que con  sólo 10w de potencia podríamos conseguir la luz que proporciona un foco tradicional de 75w, y en el futuro es probable que se superen estas cifras.

Duran más de 30 años:
En realidad no existe un punto en que cesen de funcionar, sino que se degradan a lo largo de su vida útil. Se considera que aproximadamente a las 50.000 horas, es cuando su flujo decae por debajo del 70% del valor inicial. Esto significa aproximadamente 6 años en una aplicación de 24 horas diarias 365 días al año. Dado que normalmente se usan menos de 6 horas al día, podemos concluir que en realidad
pueden durar con un uso moderado-normal más de 30 años

No producen calor: Los LEDs a diferencia de los fluorescentes o las halógenas encienden de forma instantánea, y apenas producen calor


No son contaminantes: El problema es que las bombillas de bajo consumo no están siendo recicladas adecuadamente y contienen en su interior vapor de mercurio muy tóxico que termina contaminando el agua.

Por último, un video que deja más que clara la eficiencia energética de estas lámparas: