jueves, 28 de julio de 2011

¿Cómo elijo la estufa correcta? (Estufas de gas)

Lo primero que hay que tener en cuenta es la seguridad. El monóxido de carbono es un gas que se origina con la combustión del gas, no tiene olor y es letal, por eso es sumamente importante tener cuidado a la hora de elegir el artefacto apropiado para cada ambiente.
Tiro Balanceado: Son los tienen salida al exterior y la cámara de combustión es hermética, de modo que todos los gases ventilan al exterior y el aire para la combustión también lo toma del exterior. (La cámara de combustión es donde están el piloto y el quemador).

Tiro natural: Tienen salida al exterior, pero la cámara de combustión no es hermética y el aire para la combustión lo toma del ambiente, por lo que se debe instalar con una correcta ventilación.


Infrarrojos
: las pantallas y leños artificiales toman aire del ambiente y generan gases en el mismo, por lo que son peligrosos y deben instalarse con una ventilación apropiada.

Tomando en cuenta estos datos
en baños y dormitorios solo se pueden instalar artefactos de tiro balanceado, en el resto de la casa, con una ventilación adecuada, se pueden instalar artefactos de tiro natural e infrarrojos. De todos modos estos últimos deben tratar de evitarse, es preferible un radiador eléctrico que ronda el mismo precio.

No se pueden conectar artefactos con mangueras de goma. El caño de bronce que conecta el artefacto nunca debe superar los 50 cm.

Es primordial que la instalación la realize siempre un gasista matriculado.

La potencia máxima necesaria para calefaccionar un ambiente no debe superar las 50Kcal/h por m3.
Para calcular la potencia que se necesita se usa la siguiente fórmula:

m3*50Kcal/h = Kcal/h necesarias


Ejemplo:

Si tengo un comedor de 4m de ancho y 6m de largo, con la altura del techo de 2 metros y medio: El área en m3 será: 4m x 6m x 2,5m = 60m3
Entonces para saber que estufa necesitás, multiplicá los metros cúbicos por 50, que son las kilo calorías por hora que hacen falta para calefaccionar un metro cúbico:

60m3 x 50 = 3000Kcal/h

Con una estufa de 3000Kcal/h debe ser más que suficiente para ese ambiente.

miércoles, 20 de julio de 2011

Cómo pintar con stencil una pared

El estarcido, también conocido como esténcil o stencil, es una forma de pintar con plantillas o "moldes". Con esta técnica se puede decorar paredes, telas, cortinas, ropa, tapizados, madera, muebles, baúles, jarrones e infinidad de complementos.

Si vas a usar esta técnica, la superficie en la que vas a imprimir las figuras con pintura, tiene que ser plana. Cuando se usa en paredes, tienen que ser lo menos texturizadas posible, para favorecer a la definición clara de la figura (no sirven paredes con salpicré, por ejemplo).

Lo que vas a necesitar para lograr un buen stencil es básico, primero y principal una plantilla, con la cual darás forma al dibujo. Estas plantillas se compran en los negocios de bricolaje o de pinturas, y existen muchísimos motivos para elegir. Otra opción es fabricarlas nosotros mismos con cartulina o papel de acetato.

La pintura puede aplicarse con pincel, brocha, esponja o aerosol. Lo más importante es tener en cuenta que la cantidad de pintura aplicada no debe ser excesiva, debe ser mas bien poca (la sufuciente para cubrir bien).

Cuando se pinta con pincel o esponja, se debe hacer aplicando golpes muy suaves en la pared hasta cubrir con pintura el hueco de la plantilla y un poco mas, no importa ensuciar el molde.

Para poder aplicar con tranquilidad un dibujo sobre la pared es mejor sujetar la plantilla con cinta de enmascarar. En caso de pintar guardas usá una guía, trazando una delgada y casi invisible línea de lápiz. Además podés imprimir patrones en las paredes disimulando un empapelado repitiendo una y otra vez una misma figura, para que quede mejor es preferible hacerlo entre colores que no sean demasiado contrastantes.

Para hacer stencil en paredes, la pintura a usar puede ser esmalte sintético, látex, o pintura plástica. Los colores dependen mucho del motivo que hayas elegido, y el esquema del resto de la decoraciónen la habitación.

martes, 19 de julio de 2011

Cómo elegir un administrador para nuestro edificio

Elegir un administrador no es tarea fácil. Es una decisión muy importante: será la persona que maneje las finanzas del consorcio, atienda nuestras inquietudes, reclamos y necesidades de reparaciones, y cuide la convivencia entre quienes viven en el edificio.

Lo que buscaremos es lograr el consenso entre todos los propietarios. Esto va a evitar que cuestionen sin fundamentos a la nueva administración por el solo hecho de no ser quienes ellos querían. Hay que generar una reunión previa, para evaluar qué se pretende de la nueva administración: calidad, servicios requeridos, y cuánto es lo que se quiere pagar por ello. Es muy bueno que los propietarios aporten sus ideas y asistan a la reunión, para que se sientan partícipes de la decisión.

Una vez que hayamos definido este primer paso, hay que encontrar presupuestos. Es recomendable que no sean mas de dos personas las que busquen prospectos, para unificar criterios de búsqueda y averiguar lo mismo con cada consultado. Para conseguir los presupuestos se puede comenzar en internet, hay varios sitios dedicados al tema (administradoresph.com.ar, ligadelconsorcista.org, etc), también se puede buscar en Páginas Amarillas, y otra opción es consultar en los edificios vecinos sobre sus administradores. Para este punto deberíamos conseguir cinco o seis administradores y consultarlos telefónicamente sobre los servicios que prestan. Es importante la atención, no solo la forma y la cortesía, sino también quién lo hace. Si es el administrador directamente, por ejemplo en el caso de que sea una empresa unipersonal, mucho mejor, porque estaremos hablando con el mismo que desarrolla las tareas. Si nos atiende una secretaria, es importante que no nos filtre ante la pregunta “¿Podemos hablar con el administrador?” ya que esto es un indicio de que probablemente hagan lo mismo si los necesitamos para hacer algún reclamo.

Cuando ya nos han “convencido” telefónicamente, nos deberán “convencer” personalmente. Es recomendable concertar una entrevista con cada uno. Y en este caso vale lo mismo que para las llamadas telefónicas, la entrevista debería ser con el administrador en persona. Es importante la presencia, el orden dentro de su despacho, el tiempo y dedicación que nos brindan; son todas pautas de cómo nos atenderán en el futuro. Tenemos que plantear exactamente los servicios que se pretenden y pedir presupuesto en base a eso, para que todos los presupuestos estén basados en lo mismo y poder evaluarlos de forma similar. Se deben pedir referencias de edificios administrados en la actualidad y consultarlas. También es interesante indagar sobre las empresas que usan para realizar las tareas de mantenimiento y sus costos. Este punto es muy relevante, porque si bien los costos de sus servicios pueden ser moderados, pueden tener altos costos de mantenimiento que influirán enormemente en el pago mensual por expensas.

Ya con los presupuestos en mano sería bueno realizar una reunión con los propietarios para su evaluación. Lo recomendable es elegir dos o tres en virtud de la impresión que causaron. Finalmente se debe hacer una Asamblea Extraordinaria para definir quien será el administrador. Lo mas conveniente es citar a esa Asamblea a los responsables de esas dos o tres empresas elegidas para que los propietarios los conozcan y les hagan a cada uno las preguntas que deseen. Esto se puede hacer en formato de "entrevista laboral", no más de 15 minutos por candidato, para que se preste la misma atención a todos. Una vez presentados los postulantes se debe someter la decisión al voto de la Asamblea.

Nuevamente, la tarea de elegir un administrador para nuestro edificio no es sencilla y requiere de paciencia, pero hay que recordar que se trata del manejo de los fondos que aportamos para mantenerlo. Es nuestro dinero el que está en juego y no es cuestión de derrocharlo. Y más allá de eso, el administrador es quién procurará la convivencia pacífica y amena entre quienes vivimos allí, cosa que a veces es mas difícil de lo que parece.


(Extraido de www.consorciofacil.com.ar)

miércoles, 13 de julio de 2011

Separación visual de un ambiente

Cada vez es más común el uso de grandes espacios abiertos en las casas, por ejemplo un living,  comedor y cocina en una sola gran habitación. No tienen paredes que los delimiten, pero puede ser interesante marcar un poco más la diferencia que los muebles mismos ya determinan.

Desde el punto de vista estético, un buen recurso es el uso de alfombras. Una buena alfombra para la mesa y sillas, otra para el sofá y los sillones, por supuesto que en armonía, nos dan una gran ayuda en ese sentido.
Otra cosa que podemos hacer es utilizar un elemento como el televisor, que marque esas dos áreas. El inconveniente puede ser que queden muy a la vista los cables, ya que en este caso quedaría perpendicular a la pared y no sobre ella. La solución es conseguir un mueble que no deje a la vista la parte trasera de los aparatos, u ocultarlos muy bien en el mueble en el que se apoya el televisor (hay algunos muebles que vienen con accesorios para lograr esto).
Si se desea crear un ambiente más diferenciado aún, pueden usarse mamparas, biombos o bibliotecas altas, que casi sin robar espacio dan la sensación de dos lugares bien definidos.